miércoles, 15 de octubre de 2014

Parejíta de novios fofuchos Láura y Gonzálo









"De Madrid al cielo " son varias las teorías que explican el origen de la misma. Al parecer pudo hacerse famosa a finales del siglo XVIII a raíz de las reformas que Carlos III hizo en la ciudad y que la embellecieron, pero es más fiable la teoría que la relaciona con la obra del dramaturgo del Siglo de Oro, Luis Quiñones de Benavente, titulada "Baile del invierno y del verano". En ella hay unos versos que dicen:

"Pues el invierno y el verano,
en Madrid solo son buenos,
desde la cuna a Madrid,
y desde Madrid al Cielo"

También hay una curiosa leyenda que explica este dicho popular, la leyenda  del cerro de la Garabitas  . Según  cuentan, en este cerro, muy conocido por los corredores y corredoras que gastan zapatillas por la Casa de Campo, cada madrugada hay un fenómeno que pocos han visto y que consiste en una especie de nube de color violácea que asciende lentamente entre los árboles dejando lucecitas. Al parecer las almas de aquellos y aquellas que han vivido y fallecen en Madrid, la noche del día de su muerte acuden a este sitio antes de ir al más allá, y transformadas en lucecitas vagan entre las ramas como queriendo agarrarse y no marcharse de Madrid

«De Madrid al cielo, y en el cielo, un agujerito para verlo»

sábado, 4 de octubre de 2014

Muñequito fofucho personalizado ,policía Lazaro



La Paz Perfecta...

Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. 

Muchos artistas lo intentaron. 
El Rey admiró y observó todas las pinturas, pero solo hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo, era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura, también tenía montañas, pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual brotaba un impetuoso aguacero con rayos truenos. Montaña abajo parecía el retumbar un espumoso torrente de agua.
Todo esto no se revelaba para nada pacífico.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido.

Allí en el rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en medio de su nido...

Paz perfecta.

El Rey escogió la segunda. Y explicó a sus súbditos el por qué:

" Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro ni dolor.

Paz significa que a pesar de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón"

Cuando encontremos la paz en nuestro interior, tendremos equilibrio en la vida.