Un día un Maestro Zen llamado Ulises se paro frente a sus discípulos y empezó a narrarles una anécdota muy graciosa; al terminar todos sus fieles rieron sin parar...
Después de un momento, Ulises volvió a repetir la misma anécdota, pero esta vez solo rió la mitad del grupo... Terminada esta, el maestro volvió a repetirla, pero ya nadie rió...
Ulises sonrió y dijo:
-- No puedes reírte de una broma una y otra vez, pero, ¿porque ustedes siguen llorando por lo mismo una y otra vez?
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